
viernes, 23 de enero de 2009
martes, 20 de enero de 2009
Sólo somos niños, no opinemos de lo que no sabemos.
¿Notaron esas personas que creen saberlo todo?, me imagino que sí, está lleno de ellos, por su puesto.
Conceptúan ser superiores a todo y todos, creen ser capaces de hacer cualquier cosa, pero descubrimos que al momento de actuar echan un par de pasos hacia atrás y se arrepienten de haber hablado, porque, señoras y señores, uno es tiranizado por sus palabras. Quizá; uno, más tarde se arrepienta de lo que dijo y aspire hacer borrón y cuenta nueva, pero no nos vayamos tanto del tema.
Con lo de las personas que se creen superiores, voy a hablar sólo de las que tengan una edad temprana. Opté por éstas por ser personas de pocas experiencias, entonces, ¿qué pueden saber a los 10, 11, 12, 13, 14, 15 o incluso a los 16 años?, poco. Siempre se ponen a cuestionar la vida en sí, hablan de lo que es la vida sin saberlo, dicen conocerlo todo, además de creerse mejores por hacer cosas que los demás aún no han hecho, y la mayoría de ellos creen que es adecuado lo que dicen y que casi todos opinan igual. Sí, claro… opinan igual todos los que estén entre esas edades, pero los que tuvieron un poco más de experiencias en su vida, obviamente se dan cuenta que es sólo un pensamiento de niños que apenas acaban de nacer. Está bien, son libres, que opinen y hablen de lo que les parece la vida con sus propias experiencias. Pero no concreten todo, porque no tienen razón, nadie la tiene y nadie es superior a nadie por lo que opinen.
Es sólo un punto de vista de una persona que se encuentra entre las edades que destaqué. Nunca dije que tengo razón en todo lo que acabo de decir, ni tampoco fue ése mi designio. Sólo miré las cosas de afuera, sin involucrarme, pero claro que algunas veces hago lo que nombré, a mi carácter.
Además, probablemente en el futuro me contradiga o quiera alterar mi texto, porque uno tiende a cambiar de opinión, código, ideología o regla.
Pueden estar de acuerdo o modificar algunas cosas, o tal vez tachar todo lo que escribí porque les habrá parecido una pérdida de tiempo haber leído ésto. No lo sé, ustedes conocerán.
¡Gracias por su tiempo!
Conceptúan ser superiores a todo y todos, creen ser capaces de hacer cualquier cosa, pero descubrimos que al momento de actuar echan un par de pasos hacia atrás y se arrepienten de haber hablado, porque, señoras y señores, uno es tiranizado por sus palabras. Quizá; uno, más tarde se arrepienta de lo que dijo y aspire hacer borrón y cuenta nueva, pero no nos vayamos tanto del tema.
Con lo de las personas que se creen superiores, voy a hablar sólo de las que tengan una edad temprana. Opté por éstas por ser personas de pocas experiencias, entonces, ¿qué pueden saber a los 10, 11, 12, 13, 14, 15 o incluso a los 16 años?, poco. Siempre se ponen a cuestionar la vida en sí, hablan de lo que es la vida sin saberlo, dicen conocerlo todo, además de creerse mejores por hacer cosas que los demás aún no han hecho, y la mayoría de ellos creen que es adecuado lo que dicen y que casi todos opinan igual. Sí, claro… opinan igual todos los que estén entre esas edades, pero los que tuvieron un poco más de experiencias en su vida, obviamente se dan cuenta que es sólo un pensamiento de niños que apenas acaban de nacer. Está bien, son libres, que opinen y hablen de lo que les parece la vida con sus propias experiencias. Pero no concreten todo, porque no tienen razón, nadie la tiene y nadie es superior a nadie por lo que opinen.
Es sólo un punto de vista de una persona que se encuentra entre las edades que destaqué. Nunca dije que tengo razón en todo lo que acabo de decir, ni tampoco fue ése mi designio. Sólo miré las cosas de afuera, sin involucrarme, pero claro que algunas veces hago lo que nombré, a mi carácter.
Además, probablemente en el futuro me contradiga o quiera alterar mi texto, porque uno tiende a cambiar de opinión, código, ideología o regla.
Pueden estar de acuerdo o modificar algunas cosas, o tal vez tachar todo lo que escribí porque les habrá parecido una pérdida de tiempo haber leído ésto. No lo sé, ustedes conocerán.
¡Gracias por su tiempo!
domingo, 18 de enero de 2009
El ser humano me da asco, él no
No tiene nombre, ni lo nombran.
Viste como más le gusta, a veces ni se viste quizá, sin importar lo que digan y piensen los demás. No se copia de nadie más que de su imaginación. Es original, no hace absolutamente nada de lo que hagan los demás. Lo único que tiene en común con las personas es que tiene pelo, piel, carne y huesos.
Canta, narra y escribe como tenga ganas de expresarse, y no son palabras con lo que se enuncia. Sólo yo lo entiendo.
No trabaja, ni vive del dinero. No tiene auto ni morada. No cocina, no lava ni plancha. Subsiste nutriendo su alma y cuerpo de puras fantasías. No es feliz, ni tampoco desdichado. Siente y a la vez no siente nada. Es perspicaz y piensa exclusivamente en él.
Tiene miles de amigos, y todos de verdad. Lo acompañan siempre, están en su mente y eso le basta y sobra para ser alguien, aunque para él no sea alguien.
No hace deportes y tiene excelente salud. Se alimenta de él. Vive de él. Sucumbe por él. Piensa solamente en él. Se divierte con él. Camina, corre, nada y hasta remonta con él.
¡Sorpréndanse!, la realidad lo venera tal y como es, no tiene fallas. Así lo consideran, perfecto en lo que creemos que es real de verdad.
Sólo requiere de él.
Viste como más le gusta, a veces ni se viste quizá, sin importar lo que digan y piensen los demás. No se copia de nadie más que de su imaginación. Es original, no hace absolutamente nada de lo que hagan los demás. Lo único que tiene en común con las personas es que tiene pelo, piel, carne y huesos.
Canta, narra y escribe como tenga ganas de expresarse, y no son palabras con lo que se enuncia. Sólo yo lo entiendo.
No trabaja, ni vive del dinero. No tiene auto ni morada. No cocina, no lava ni plancha. Subsiste nutriendo su alma y cuerpo de puras fantasías. No es feliz, ni tampoco desdichado. Siente y a la vez no siente nada. Es perspicaz y piensa exclusivamente en él.
Tiene miles de amigos, y todos de verdad. Lo acompañan siempre, están en su mente y eso le basta y sobra para ser alguien, aunque para él no sea alguien.
No hace deportes y tiene excelente salud. Se alimenta de él. Vive de él. Sucumbe por él. Piensa solamente en él. Se divierte con él. Camina, corre, nada y hasta remonta con él.
¡Sorpréndanse!, la realidad lo venera tal y como es, no tiene fallas. Así lo consideran, perfecto en lo que creemos que es real de verdad.
Sólo requiere de él.
sábado, 17 de enero de 2009
Las películas y yo

¿Cómo exponer lo que son las películas para mí?
Sin duda son algo que me llenan, mis preferidas son las de fantasía, ciencia ficción, terror y comedia.
Hacen que me pregunte miles de cosas, que indague, que augure, que acierte. Muchas de ellas me transmiten toda clase de inquietes, alarmes y emociones, desde el llanto, hasta la carcajada más enérgica. Logran que imagine, y sobretodo, hacen que fantasee.
Lo mejor de todo es poder estimarlas en la pantalla grande, con el mejor sonido y la mejor imagen.
Voy al cine preguntándome de qué se tratará la película, y si es de las que a mi me gustan, la disfruto, la pienso y le presto mucha atención. Identifico a los personajes, a los actores, y si es animada, las voces quizá.
Cuando finaliza, siento que terminó todo, pero me voy pensando en lo que ví, me voy suponiéndome dentro de ella.
Y como siempre quiero saber un poco más de lo que me manifiesta la película, investigo cada personaje, cada actor, el director, la vestimenta y tal vez alguna canción que se haya escuchado durante la filmación o los títulos. Después me toca delirar, delirar y delirar.
Cuando las veo en mi casa, las disfruto casi igual que en el cine, digo casi porque es irrebatible que no es lo mismo. Las veo las veces que quiera, y me especifico más en cada detalle.
Para mí, son una de las cosas más lindas que tengo, junto a mis deseos y sueños.
Sin duda son algo que me llenan, mis preferidas son las de fantasía, ciencia ficción, terror y comedia.
Hacen que me pregunte miles de cosas, que indague, que augure, que acierte. Muchas de ellas me transmiten toda clase de inquietes, alarmes y emociones, desde el llanto, hasta la carcajada más enérgica. Logran que imagine, y sobretodo, hacen que fantasee.
Lo mejor de todo es poder estimarlas en la pantalla grande, con el mejor sonido y la mejor imagen.
Voy al cine preguntándome de qué se tratará la película, y si es de las que a mi me gustan, la disfruto, la pienso y le presto mucha atención. Identifico a los personajes, a los actores, y si es animada, las voces quizá.
Cuando finaliza, siento que terminó todo, pero me voy pensando en lo que ví, me voy suponiéndome dentro de ella.
Y como siempre quiero saber un poco más de lo que me manifiesta la película, investigo cada personaje, cada actor, el director, la vestimenta y tal vez alguna canción que se haya escuchado durante la filmación o los títulos. Después me toca delirar, delirar y delirar.
Cuando las veo en mi casa, las disfruto casi igual que en el cine, digo casi porque es irrebatible que no es lo mismo. Las veo las veces que quiera, y me especifico más en cada detalle.
Para mí, son una de las cosas más lindas que tengo, junto a mis deseos y sueños.
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