No se puede seguir así, o te adaptás, o mejor no sigas.
Si te sentís incómodo en tu casa, bancatelá. Si te sentís incómodo con un deporte, bancateá. Si te sentís incómodo en el colegio, bancatelá. ¡Pero no, no, no, no y no! Uno no se la puede bancar siempre, llega un momento en el que se dice ¡basta hasta acá llegué y no sigo más!
En esos momentos hay que actuar, saber lo que hay que decir y quedarse con la última palabra. Pero… ¿el que no sabe actuar?, ¿el que no se anima a decir lo que piensa?, ¿qué solución hay para ello?, pregunto por todas esas personas que se dejan “atropellar” por otras, las personas que después dicen “ah, en ese momento tuve que haber dicho tal cosa”.
Sí, hablo por mí.
No hay comentarios:
Publicar un comentario